miércoles, 18 de abril de 2012

La ciudad como agente sociabilizador. El aprendizaje constructivo.


 INTRODUCCIÓN.



En la actualidad uno de los agentes educativos principales es la ciudad. El aprendizaje y el desarrollo del niño no se realizan solo individualmente, sino también en el entorno en el que la persona vive por lo que deberíamos partir de una sociedad educativa. Una sociedad educativa es una sociedad que ofrece múltiples oportunidades de aprender, tanto en la escuela como fuera de ella en el entorno en el que se desenvuelve el niño.
“Fuera de la escuela, la vida es indudablemente tan rica en información como dentro de los muros de la misma…” (Husén, 1978, página 30)
La ciudad es un educador informal que da grandes posibilidades al niño, pero al igual que muchos otros aspectos hay que saber trabajar con ellos.
En los últimos años desde los colegios se asigna a la ciudad un papel activo en la atención de las necesidades de educación de la ciudadanía. En primer lugar las ciudades se convierten en el escenario donde transcurre la vida de los niños, posteriormente las ciudades poco a poco van adquiriendo responsabilidades sobre la educación transformándose en un agente educativo bastante importante.
La ciudad debe desarrollar un papel activo no solamente como sociedad sino también como lugar donde nuestras necesidades educativas se hacen visibles.
El criterio para que una ciudad actúe como educadora debe de ser: Que la ciudad proponga actuaciones en materia educativa cuando surjan necesidades que precisen de su intervención para la plena satisfacción. 

JUSTIFICACION


Hemos elegido este tema, porque consideramos imprescindible que los niños conozcan y visiten su ciudad antes que otras ciudades. Además la ciudad de Toledo tiene mucha cultura y gran cantidad de historia para poder realizar diversas actividades con los niños y así podrán  conocerla más a fondo.
Cuando entremos a plantearnos el concepto de ciudad educador, hemos de abordar un triple problema:
1.                 el problema metodológico de la independencia entre valores y educaciones y del papel de la ciudad en el terreno educativo.
2.                 el problema axiológico de encontrar un eje vertebrador de los valores ciudadanos.
3.                 el problema pedagógico de la manifestación y transmisión de estos valores.
La ciudad que se vive es la que resulta de los recorridos cotidianos, de las perspectivas que se ven desde sus ventanas y miradores. Pero también es la ciudad descubierta en las primeras emociones callejeras, o cuando el chico se adentra en la aventura de lo desconocido. La ciudad creada por los recuerdos de las imágenes que se transmiten en el marco familiar. El descubrimiento del mundo desde el otro lado del televisor ofrece información pero no forma personalidades activas.
El concepto de ciudad educadora reclama, entre otros, un esfuerzo para un aprovechamiento de los recursos existentes en la ciudad.






 DESARROLLO TEÓRICO


IDEAS SOBRE EL MEDIO URANO: APORTACIONES DESDE DISTINTAS PERPECTIVAS CIENTÍFICAS


3.1 LA PECPECTIVA DE LA PSICOLOGIA DEL DESARROLLO Y DE LA EDUCACIÓN.

3.1.1 Piaget y Vygotski

El epistemólogo suizo Jean Piaget, desde sus primeras obras, presta atención  al estudio de las representaciones infantiles. En su teoría el contenido de las representaciones y las formas de organización del pensamiento infantil constituyen dos caras del desarrollo, que hay que contemplar conjuntamente para entender ese desarrollo de forma adecuada. En la teoría piagetiana se distingue entre las reglas de construcción y transformación del objeto de conocimiento y la representación del objeto tal y como aparece ante nosotros.
El psicólogo ruso Lev S. Vygotsky, por su parte, sin negar el carácter constructivo del conocimiento, da sin embargo, primacía a los procesos de transmisión social y cultural para explicar el desarrollo. Su idea básica, como se sabe, es que los 2procesos psicológicos superiores” se desarrollan dos veces: primero en un nivel social y luego en el nivel psicológico o “individual”. Según esto, el niño adquiere el conocimiento social, es decir, las nociones y valores propios del mundo social en el que vive, a través de los procesos de interacción con esa sociedad en la que se halla, a través de los padres, la escuela, los medios de comunicación, etc. Vygotski, toma pues, como un postulado que el desarrollo del individuo se produce indisolublemente ligado a la sociedad en la que vive.
También J. Bruner, desde posiciones parecidas, interpreta que la participación en una vida social compleja contribuye al desarrollo de las personas, desarrollo que se ve favorecido para esa especie de “andamiaje” que le proporciona al individuo los padres, los adultos y los compañeros mas expertos, hasta que se va consiguiendo logros más autónomos.
La psicología vygoskiana ha desarrollado el concepto de “escenario” o contexto de construcción del conocimiento, entendido como un entorno físico y humano, próximo al individuo, en donde las actividades y sucesos adquieren un determinado significado socio-cultural. Así pues, “el escenario donde se realiza la construcción del conocimiento y se atribuyen significados a las cosas es para Vygotski un escenario educativo, externo y socio-cultural.

3.1.2 El enfoque del área del conocimiento social.

Las personas para poder entender la realidad y poder actuar en ella, elaboran modelos o representaciones de la misma, modelos que pueden estar referidos a grandes parcelas de la realidad. Estos modelos empiezan a dormirse en nosotros desde muy pronto y se van modificando a medida que se va ampliando nuestra experiencia, de forma que van siendo sustituidos por otros con más poder explicativo. Así en la elaboración de sus ideas sobre el mundo social lo que hace el niño es utilizar sus capacidades generales para explorar distintos ámbitos de la realidad e ir construyendo sus características.
Esta perspectiva del conocimiento del medio social por  parte de los niños (con sus diversos enfoques) tiene un gran interés educativo.
 Una dimensión importante de estas representaciones o modelos de la realidad es cómo se generan, es decir, como adquiere el niño el conocimiento y la conducta social. Sobre ello se han dado diversas interpretaciones: mientras unas destacan mas la influencia de factores exteriores (Vygotski, teoría de la socialización, teoría de las representaciones sociales…), otras ponen el énfasis en la labor del propio individuo (teoría piagetiana), como hemos podido ver anteriormente.

3.2  LAS PERPECTIVAS SOCIOLÓGICA Y PSICOSOCIAL. LAS REPRESENTACIONES SOCIALES.

La antropología cultural se ha ocupado del denominado “pensamiento natural” y del “pensamiento infantil” (que permanece mucho más allá de la infancia), así como de otras modalidades de conocimiento como el animismo, el artificialismo, el realismo intelectual, etc..., que se haya presentes con frecuencia en el pensamiento adulto. Pero es el influjo de la sociología el más evidente en este tiempo de planteamientos.
El conocimiento social es producto de la influencia de la sociedad, de forma que, a lo largo del desarrollo, el individuo va interiorizando las actitudes, valores, conductas, que esa sociedad considera apropiada, es decir, se va socializando.
El sociólogo P. Bourdeu, por su parte, desde su posición de “estructuralismo constructivista”, destaca que hay construcción individual del conocimiento en la medida en que hay procesos de construcción sociocultural en un contexto histórico. Para Bourdeu, los niños llegan a la escuela equipados con unas estructuras lógicas de pensamiento, de hábitos y modelos implícitos que implican cierto sistema de valoraciones y normas y, en definitiva, de expectativas que terminan por incidir en los resultados de la actividad escolar, y que atienden a conformar sus representaciones sobre muchos asuntos, como puede ser ocurrir, por ejemplo con las valoraciones acerca de la ciudad, los barrios, la sociedad urbana, etc.
Entre los enfoques que en sentido amplio podrían denominarse “sociológicos” tienen un gran interés para la cuestión que nos ocupa el denominado de las “representaciones sociales”. Este concepto tiene su origen en el de “representaciones colectivas”, utilizado en el campo de la sociología (por Durkheim), así como en el campo de la antropología.
En una primera aproximación, las representaciones sociales pueden entenderse como las creencias compartidas por los miembros de un grupo o de una sociedad. Estas representaciones constituyen “modalidades de pensamiento práctico orientadas hacia la comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal. La representación permite intercambiar percepción y conocimiento. Se genera y consolida a través de un proceso de “objetivización”. Objetivización y anclaje son dos procesos interactivos: se van dando a la vez y fortaleciéndose mutuamente, mediante el anclaje.
Como representación se trata, pues, de un “conocimiento práctico” que nos permite como individuos que somos, dar sentido a acontecimientos y actos en nuestras vidas, y lo utilizamos, por tanto, en la construcción social de nuestra realidad, nos sirve para controlar el mundo y resolver los problemas.
En definitiva las representaciones sociales pueden contribuirse como una dimensión importante que hay que tener en cuenta en relación con el conocimiento de los alumnos, sobre todo para entender determinadas concepciones estrechamente relacionadas con lo social.

3.2 LA PERPECTIVA DE LAS “REPRESENTACIONES ESPACIALES”

 La psicología ambiental, a partir de su afirmación como disciplina autónoma, ha ido abordando investigaciones en una gran cantidad de ámbitos, con predominio a veces del enfoque cognitivo, otras del enfoque afectivo.
Desde el enfoque conductista se admite que en la mente de las personas se forman imágenes del medio, concretamente de la ciudad, imágenes que pueden ser exteriorizadas y observadas objetivamente mediante indicadores verbales, numérico o gráficos, pudiéndose elaborar con esta información “mapas mentales”, además se supone que se da una clara relación de causa-efecto entre la imagen mental y el comportamiento espacial.
A lo largo del desarrollo de ambos campos de estudio (geográfico y psicológico) se ha ido elaborando una cierta fundamentación compartida, una especie de baraje científico común relativo al espacio subjetivo. Desde el punto de vista de las concepciones de los alumnos sobre la ciudad, nos interesa atender a las conclusiones de la investigación en relación con la cognición ambiental.
 El término “mapa cognitivo” tiene su precedente en el “mapa imaginario”. El mapa mental o cognitivo es pues un modelo de nuestra representación del espacio. Desde la psicología ambiental, también otorga gran relevancia a la idea de lugar: la experiencia que las personas tienen de un estimulo, dependen del lugar en el que este ocurra, de tal forma que se pude decir que el lugar “anhela la vivencia del sujeto”.


3.3   SÍNTESIS DE LAS DISTINTAS APORTACIONES.

Las aportaciones fundamentales se podrían reducir, a tres grandes líneas de las que podemos obtener conclusiones para un mejor entendimiento de las ideas o concepciones de los alumnos; la aportación de las perspectivas psicológicas (en general) tiene que ver, sobre todo, con las características básicas de las concepciones o representaciones, su naturaleza, se génesis y sus mecanismo de construcción; las perspectivas de carácter sociológico y psicosocial nos ayudan a entender el carácter social de las concepciones; y la perspectiva de las representaciones espaciales ( o del espacio subjetivo) clarifica, sobre todo, aspectos relacionados con la dimensión espacial de las concepciones. 

CONCLUSIONES


Adentrar a los niños en su entorno social y ciudadano desde que son pequeños es un factor fundamental en su formación como habitantes de tal lugar, ya que es recomendable que  conozcan su ciudad y sus costumbres antes que otras, porque es ahí donde viven su día a día.
Además no sólo debemos enseñarles sus calles, monumentos, barrios, sino que es también primordial y debemos hacer hincapié en que conozcan tanto sus normas sociales y de convivencia como los peligros que en ella podemos encontrar.  Enseñarles su rol como peatones y como ciudadanos que cuidan su entorno natural y rural (por ejemplo, hacer uso de las papeleras que hay por la calle, reciclar, usar más el transporte público, bicicleta o caminar, etc.)
El resultado de esta enseñanza será productivo y enriquecedor ya que contaríamos con el apoyo, el asesoramiento y la colaboración de instituciones de la propia ciudad, y evidentemente de docentes. Este, aparte de ser un proyecto escolar, es un proyecto ciudadano, político y social, y por supuesto un proyecto pedagógico el cual engloba el esfuerzo y los recursos de multitud de ámbitos educativos institucionales y sociales.
Para terminar, pretendemos que el niño aprenda a desenvolverse y a actuar con autonomía en las actividades y en los grupos sociales a los que pertenece, establecer relaciones entre las principales características del medio físico y social, y las actividades más frecuentes en él, utilizar conocimientos para resolver los posibles problemas que se pueden encontrar en el lugar donde viven en su vida diaria de forma autónoma, así como adquirir actitudes de respeto por el medio ambiente y participación activa en la propuesta de actuación de soluciones a los problemas ambientales.   















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